jueves, 25 de marzo de 2010

Los Bancos y los sueldos...

Siendo pro-mercado (es decir, ni pro-empresa ni pro-consumidores, sino el punto medio de encuentro entre ambos), creo que el tema de la compensación sobre deudas bancarios vía el las cuentas de depósito (donde se depositan los sueldos) se está politizando, lo que significa en corto que terminará con un grupo de avispados roba-cámaras buscando una solución donde "nadie se perjudique" y el pensamiento "todos somos amigos" prime. Aunque algunos dirán que eso es bueno, lamento tener que dar un punto de vista, además de sincero, creo que moralmente correcto.

Primero, habría que partir por señalar que los bancos dan dichos créditos basados en el supuesto de la compensación; sin compensación, dudo mucho que se mantengan dichos préstamos (al menos, no a esas tasas). 

Segundo, sería necesario analizar el carácter de los depósitos. Los sueldos son la contra-parte a la prestación de un servicio laboral; es decir, es una negociación entre empleador y empleado. Una vez que dicho sueldo se paga (o se deposita, o lo que sea), deja de ser una compensación para convertirse en ahorros del individuo (ojo que no digo empleado, porque dicha caracterización dejó de existir en el momento del pago). Entonces, los ahorros de dicho individuo van, por un contrato con el empleador, a una cuenta bancaria. Y en esa cuenta bancario, se convierten en ahorros disponibles por parte del individuo.

Tercero, es necesario mirar bien el fondo del préstamo bancario al individuo. Es muy común recibir invitaciones de las entidades bancarias a fin de tomar créditos, sean con fines hipotecarios, vehiculares, u otros. Cada individuo asume los créditos que, responsablemente, cree puede asumir. Si uno deja de pagar dichos créditos, pues es lógico (y moral) que los acreedores -léase, bancos en este caso- se cobren de flujos BAJO LOS CUALES SE OTORGARON LAS LINEAS DE CREDITO EN PRMIER LUGAR. Es muy importante tener esto último presente.

Cuarto punto sería analizar la parte pragmática del cobro en la vida del individuo; creo que todos estamos un poco descontentos con los procederes de la mayoría de entidades bancarias. Empero, eso no quita que un préstamo es un préstamo no de plata del banco, o de sus accionistas, sino de OTROS agentes e individuos. El banco no presta la plata del banco, o de sus accionistas, sino la plata de ahorristas; entonces, el "perro-muerto" no sería perjudicial para los bancos, sino los ahorristas que financian dichas operaciones de crédito.

Quinto, las conclusiones: no creo que se deba ceder en este tema, dado que ello perjudicaría a los millones de individuos que ahorran y reciben buenas tasas por dichos ahorros (gracias, en parte, a que dichos ahorros pueden ser colocados), así como a los millones de deudores que, cuando el banco no tenga manera de cobrarse, no tendrán posibilidad de acceder a futuros créditos. Y esos créditos sirven, especialmente, a los menos favorecidos... 

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